jueves, 15 de noviembre de 2012

Crónica Mitja Collserola (por samirunner71)

Hola Red Runners, aquí va mi primera crónica para el blog. Antes de nada, comentar que el castellano no es mi lengua materna, así que pido disculpas por las limitaciones lingüísticas en este breve relato (que rápido es escribirlo, y menos tiempo todavía toma leerlo – ¡corriendo el tiempo se siente diferente!)

La Mitja Marató de Collserola iba a ser mi primera carrera de trail / montaña donde conocía de antemano el recorrido - algo siempre recomendable pero pocas veces posible, al menos para mí. Durante el verano pasado, descubrí esta ruta y la pude completar varias veces, haciendo excursiones de varias horas en la zona con mi chica o corriendo solo. Comparado con las carreras propiamente de montaña, este circuito, con sus tramos de camino de tierra fácilmente transitable, no es tan “salvaje” ni tiene los mismos desniveles, no obstante es todo un lujo poder practicar y competir en trail running en un lugar accesible por el metro de Barcelona.

Salimos de casa con tranquilidad y llegamos sin demasiada antelación al lugar de salida, el Velódromo de Horta. Nos perdemos por unos minutos la salida de la maratón, que se disputaba al mismo tiempo, pero al haber recogido el dorsal el día anterior, llego perfectamente a tiempo para la visita reglamentaria al lavabo, un poco de calentamiento y las igualmente reglamentarias fotos de salida.


Ya cerca de las 08:30, nos colocamos en la línea de salida. Antes del comienzo de la prueba, se observa un minuto de silencio en honor a Teresa Farriol, la corredora fallecida en Cavalls de Vent una semana antes. El silencio observado por todo el mundo es, como no podía ser de otra manera, absoluto.


Se da la salida y las primeras filas se lanzan con un ritmo fuerte cuesta arriba, para llegar en buenas posiciones al primer sendero estrecho que nos llevará dentro el terreno del parque natural. Las salidas rápidas se me dan más bien mal, intento situarme bien pero mi lucha no es con los primeros, así que tampoco me voy a reventar aquí en los primeros metros. Nada más salir pasamos por delante de lo que entiendo que es un centro penitenciario juvenil, que siempre me recuerda de las ironías de la vida: ellos allí dentro, nosotros aquí fuera, corriendo libres. No hay que dar nada por hecho y sí dar las gracias por lo que tienes. De mis “rondas de reconocimiento” anteriores, sabía que el comienzo del sendero estrecho tan pronto después de la salida, iba a causar un embotellamiento importante. Y así es, nada más dejar atrás la pista más ancha, nos paramos en fila un momento, luego retomamos la marcha y empezamos a subir hacia la carretera que cruzaremos al llegar arriba de la primera cuesta. La subida es empinada, poca gente la correría de todas formas.

Termina la subida y cruzamos una carretera, para empezar una larga sección de pista ancha de tierra, donde predominan las bajadas. Aquí los que se habían quedado en el atasco y tienen intención de dar guerra en la competición, atacan enseguida. Yo también acelero el ritmo y empiezo a adelantar a gente. Intento recordar la correcta técnica de bajada, “el cuerpo perpendicular a la cuesta, deja que la gravedad trabaje por ti, paso corto y frecuente, sin estampidas… correr económico…” O como decía el Caballo Blanco, que en paz descanse, “piensa ligero, piensa suave, piensa fácil – si vas así, también irás rápido”. Bueno, una cosa es decirlo, otra distinta la práctica, pero aquí vamos tirando cuesta abajo igualmente. Sé que casi pegado a este tramo, en el bosque, hay un sendero muy bonito de subida y bajada, lástima que no se pueda usar para la carrera, pero es mejor así, porque no resultaría a más que en otro embotellamiento nada más acabar el primero.

Seguimos a buen ritmo y la carrera va colocando a la gente en su sitio. Llegamos a un corto tramo de bosque antes de cruzar otra carretera. Aquí empieza uno de los tramos más pesados para mí, no sé por qué, no es difícil ya que es un camino o más bien carretera sin pavimento y además bastante llano, pero después de los toboganes de bajada y la sección de bosque, se me hace muy monótono. Llevo algo más de media hora de carrera y tomo un gel. Quizás me haya pasado con lo que llevo encima, un litro de agua y tres geles en una mochila para una carrera con una distancia y perfil relativamente “asequibles”, pero después de un pinchazo en otra carrera reciente, prefiero ir sobre seguro con la alimentación y la hidratación. En los entrenamientos, no suelo tomar suplementos artificiales, me fío del sándwich de nocilla y mermelada, no obstante en carrera aprovecho más esto de la tecnología alimentaria moderna. Mi “estrategia” es no parar en los avituallamientos sino tomar lo que quiero tomar, en intervalos de tiempo regulares.

Pasamos el kilómetro 7 y el primer punto de control y avituallamiento, cerca del restaurante Can Borrell. Poco después llegamos al punto donde nuestro recorrido se desvía del circuito de la maratón, y dejamos el camino para adentrarnos en un bonito bucle de senderos en el bosque. Aquí tengo un momento un poco más de bajón, me siento bien pero al llegar a las subidas, las piernas no tienen mucha fuerza. Empiezo a caminar, intentando en todo caso mantener un buen ritmo, y me adelantan algunos corredores que van fuertes. Alguien me da una palmadita y creo escucharle decir mi nombre, Sami, pero no, lo que hace es darme ánimos con un “som-hi” y una sonrisa. Sigo, alterando trote y caminar, termina la subida, otro punto de control que paso rápido y a correr por el sendero entre los pinos. Salimos del bosque nuevamente y volvemos a la pista de tierra, ya voy mejor y no dejo de correr en las subidas. Pasamos el control de la Font de Sant Medir, ya estamos en la última mitad de la carrera. Miro a la gente que tengo corriendo cerca, unos corredores y una corredora (que creo que finalmente queda segunda en la clasificación femenina), todos tienen pinta de haber corrido algún que otro quilómetro en su vida, todo el mundo con una postura, gesto, físico y mirada de gente que sabe algo del tema. Esto me anima, no somos de élite y nuestra ilusión es superar a nosotros mismos más que nada, pero en cualquier caso, veo que estoy con Corredores, ¡algo debo de haber hecho bien yo también, principiante de mediana edad que soy!

Seguimos alternando llanos y subidas hacía el último control en la Font de Vista Rica. Llevamos un tira y afloja con los compañeros, adelantándonos una y otra vez, el ritmo es bueno y me siento bastante fresco. Llegamos a Vista Rica, donde empieza la última subida, de unos 500 metros de sendero. Camino y troto según el desnivel, adelantamos a algunos corredores que van un poco más tocados. Quedan 5 kilómetros y aquí ya tengo pensado qué voy a hacer. Hasta arriba con ritmo fuerte pero sin agotarme, y luego ¡gasss! Así lo hago, llegamos arriba y empiezo a tirar. No siento molestias en las piernas y ya no me preocupo por el desgaste, me dejo caer cuesta abajo con zancada larga y cojo carrerilla para el llano después. Llegamos abajo, hay una cadena cerrando la boca de la pista que tomaremos, la salto y a correr. Algunos del grupo se quedan atrás, adelanto a algún compañero más, veo las vistas a la ciudad y el mar abajo y me centro en darlo todo en este último tramo. Tengo a otro corredor más a la vista, parece que va lento pero no, va a un ritmo estable y está demasiado lejos, no le alcanzo ya. Llegamos a la última bajada, que en parte es el mismo sendero que la primera subida. Tiro todo lo que pueda, hay piedras, raíces, curvas, vegetación muy cerrada, cuidado con no caerte, pero no importa, falta poco y hay que ir a tope. Me encuentro con un solitario espectador (¿o voluntario?) quien me da ánimos, “tira fuerte que ya no te falta nada”, piso asfalto y adelanto a un último compañero más, corro con la alegría de un niño y cruzo la meta en 1h 59m 50s. No me lo puedo creer, es al menos 15 minutos menos que nunca me imaginaba poder hacer para completar este circuito. El crono hoy es un bonus y con mi posición, 70 en la clasificación general, puedo estar más que contento.  Independientemente de ello, la sensación al llegar a la meta es tan genial como siempre, ¡algo que solo un runner puede conocer!

En cuanto a la organización, mi impresión es únicamente positiva en cuanto a toda la gente con que traté durante el evento, todo amabilidad y caras sonrientes. De los avituallamientos no puedo comentar mucho ya que apenas paré en ellos, en todo caso en la meta todo muy correcto, alimento para recuperar las calorías y bebidas refrescantes varias. Gracias, pues, a la organización, los voluntarios y los participantes, y a mi novia que una vez más me acompañó en mis aventuras deportivas particulares.


 ¡Salud y Kms!

 Sami K. alias samirunner71

Ficha de la cursa

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